1ª Semana

Y al lado de mi buen amigo Miki aquí estoy, limpiando mi casita y colocando los pocos muebles que he podido traer conmigo. La casita es totalmente minimalista, pero esta quedando muy cuca. Tengo lo justo y necesario.

Por la tarde vamos a ver el primer atardecer, pero no consigo llegar a lo alto de la duna, Dios! no recordaba lo duro que es esto y no estoy precisamente en forma, me quedo a mitad de camino. Miki continúa sólo y le da una pájara al llegar a la cima, pero antes muerto que rendirse! Jajajaja

Los días están pasando muy deprisa. Hemos conocido a una pareja que lleva aquí 2 meses dando clases de español y pasamos un buen rato con ellos. Hemos visto como daban una clase con las chicas de Hassi y así puedo hacerme una idea de cómo será en el Begaa. Hemos visitado la pastelería recién inaugurada y compro unos pastelitos, joder están que te mueres! Hemos ido al mercado de Rissani…etc.

Y de repente, llega el momento en que Miki tiene que volver y yo me quedo sola…..!

Aquí estoy en mi casita “nueva”, respiro hondo y pienso en alto, no era esto lo que querías? Pues aquí estas, y ahora que?

“Mama te echo de menos, en estos momentos si tu me vieras pensarías más que nunca que estoy loca por elegir esto. Pero mami a pesar de que necesito un abrazo tuyo, y escuchar de tu boca que todo va a ir bien, que no me preocupe, sé que he hecho lo que tenía que hacer. Aunque  por primera vez desde que salí de Madrid siento un poco de miedo.”

Y es entonces, cuando estoy completamente absorta en mis pensamientos, veo que a mi izquierda algo se mueve!!! Casi se me sale el corazón por la boca!!! Dos ratones corren a sus anchas por la casa!!! Porqué tienen que salir precisamente ahora que estoy sola? Que demonios hago? Tengo todos los pelos de punta y no se que hacer! Decido meterme en la habitación y cerrar la puerta con llave. Compruebo que no hay intrusos y me meto en la cama, pues hace un frío de cojones!

No puedo dormir, tengo ganas de llorar. Tengo los pies helados, visitantes non gratos y la soledad me invade con toda su fuerza. Pero no voy a llorar, no señor, esto sólo es el principio y mañana es otro día. Gracias vida por dejarme vivir en un entorno que adivino no será fácil, sólo te pido que me des fuerzas para adaptarme a el!