sábado, 28 de julio de 2012

3º Semana

Comienza mi tercera semana, aú no me creo que estoy aquí....

Tengo la extraña sensación de que nada es extraño para mí, sólo desconocido. Observo todo con mucho interés. Estoy ávida de conocer este mundo. Quiero integrarme cuanto antes y pasar desapercibida, y en la medida de lo posible ser una más sin perder mi identidad.

Nos vamos a El Begaa en mi coche, la primera vez que el golfito pasa por la pista. Me acompaña Sara y sus sobrinos. El camino nos parece interminable, esta hecho para todoterrrenos! Son sólo 10km de tierra pedregosa fuera de la carretera, pero los bajos rozan en algunos tramos y eso hace que el viaje sea algo incómodo, sobre todo para mis acompañantes. Sara es la primera vez que va a visitar el pueblo y está emocionada. Por mi parte es la primera vez que voy a reencontrarme con las chicas desde hace 5 meses y estoy algo nerviosa.

Nada más llegar los niños nos reciben persiguiendo al coche, corriendo detrás de nosotros, es una actitud normal, para ellos somos turistas y podemos traer ropa, juguetes o dinero que ofrecerles. Cada vez es más frecuente que la gente que pasa por aquí con su 4*4 de camino a las dunas colabore con lo que puede y los peques ya se han aprendido la lección, el más espabilado recibirá mayor obsequio.

Para mi la imagen es desoladora, no me siento nada cómoda. Veo la desesperación en sus ojos y no puedo ayudarles! sólo puedo pisar el acelerador e ir más deprisa con la esperanza de que desistan de perseguirme, la rabia y la impotencia me atraviesan el corazón. Sara a mi lado tiene la misma
expresión y no puede hablar, los sobrinos no entienden porqué corren y la escena les resulta graciosa.

Llegamos a la asociación dónde las chicas estan en clase de costura. Cuando entro por la puerta parece que nunca me he ido, todo me resulta familiar. Sus caras expresan alegría de volver a vernos y mis nervios desaparecen. Nos abrazamos y besamos efusivamente, nos preguntamos por la familia como manda el protocolo y durante todo ese tiempo no dejamos de reir. Siento su felicidad y ellas pueden sentir la mía.

Después de ponernos al día, hablamos de la fecha del comienzo de las clases, cuando les informo que aún se retrasaran una semana más, se muestran impacientes por comenzar ya! Dios mío, me hacen sentir tan útil, voy a hacer algo realmente útil, nada de lo que he hecho hasta ahora en mi vida me había hecho sentir esta sensación!

Nos despedimos después de pasar un rato muy muy agradable juntas. Tienen la virtud de transmitirte paz, sabiduría y gratitud por cada poro de su piel. Éstas mujeres que estan acostumbradas a su rutina, a una monotonía en sus vidas, llenas de vacío afectivo y son capaces de entregarte todo el amor que llevan dentro, así sin más, sin esperar nada a cambio. Son muy grandes!

Y mi semana se presenta llena de trabajo por delante. Tengo que prepararme finalmente las clases yo solita por falta de material y ayuda ajena con experiencia. Me resulta algo complicado, pero buscando en internet puedes prepararte casi cualquier cosa. Hago lo que puedo. Estoy contenta con el resultado final y el programa que vamos a seguir.
Cada día Sara me trae el pan recién hecho a casa, hago las tareas domésticas (lo más duro es lavar la ropa a mano!), me preparo la comida, tomo el thé por la tarde en su casa y voy al albergue para conectarme a internet.....mi día a día está lleno de emociones y sensaciones nuevas, ninguno se parece al anterior y muchas veces los planes no salen como esperaba, pero no pasa nada, aprendes a cultivar la paciencia y a dejarte llevar, al final todo sale bien.

¡Me siento tan bien!

1 comentario:

  1. Buenos días Monica, muchas gracias por dejarnos participar en esta bonita experiencia que estas viviendo, manda un fuerte abrazo a las chicas de parte de todos nosotros y dalas las gracias por esa gran acogida, aunque explotasemos de comida jejeje, un beso.

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